Luis Ernesto Marín fue legal counsel de Banco de Crédito BCP y Scotiabank, abogado en Neptunia S.A., Porto Legal, Lazo...
Academia Nacional de Litigación: entrenar para desarrollar las destrezas
Fundada por expertos en la materia, la ANL enfoca su quehacer en capacitar: por medio de clases prácticas y cara a cara se perfeccionan las habilidades duras y blandas que un litigante debe fortalecer para desempeñar su rol.
1 septiembre, 2020
-“Cualquiera puede ser abogado litigante», afirma con certeza Felipe Marín Verdugo. Fundador y director ejecutivo de la Academia Nacional de Litigación (ANL), conoce bien de la oferta que esta entidad privada ofrece a profesionales que buscan especializarse apoyados en una metodología muy práctica, cuyo énfasis está en el entrenamiento integral del «saber hacer». Eso incluye, por cierto, las habilidades duras y blandas que un litigante debiera fortalecer para desempeñar su rol.
Marín Verdugo tiene más de veinte años de experiencia capacitando a abogados, jueces, defensores y fiscales en Chile y Latinoamérica. La ANL, no obstante, fue fundada en Santiago de Chile en 2019. Él explica que los cambios que han tenido los sistemas judiciales de la región aceleraron la puesta en marcha de un proyecto que reúne a más de una decena de profesionales expertos.
“Me di cuenta de que el mercado y los abogados litigantes estaban lo suficientemente maduros para ver que para litigar no basta con tener un curso de Derecho Procesal», afirma Marín. Según él, los tiempos que corren, con los nuevos sistemas, exigen desarrollar habilidades para los que «las clases expositivas de pizarra y plumón no sirven”.
Preparar estrategias
Un elemento central en la propuesta de la ANL es el entrenamiento. Eso implica desarrollar, además del conocimiento formal, un manejo oral y corporal correctos. Para ello, los alumnos interaccionan constantemente con los académicos persiguiendo un objetivo: aprender a preparar la estrategia de cada caso. Eso equivale a prepararse: cómo abordar el interrogatorio de los testigos y el contrainterrogatorio, cómo presentar las pruebas materiales, cómo construir y realizar los alegatos, y cómo plantear la negociación de las partes.
Según su director ejecutivo, la ANL enseña un método integral en un área jurídica que se ha vuelto altamente competitiva. Marín explica que entrenar permite «poner en practica» los conocimientos en cada una de las áreas que un litigante necesita, como el juicio, las audiencias preliminares, las cortes o la negociación.
Por ahora la academia ofrece cursos en materia penal y laboral, pero -asegura Marín- pronto se añadirá el área de familia. Agrega que los módulos no sobrepasan las 15 personas y que tienen una duración de 24 horas en total. De ese tiempo, más de la mitad está dedicado a la práctica.
Tal como sucedió en cada nivel de la enseñanza global, el Covid-19 supuso una actualización para la ANL: la crisis sanitaria empujó decididamente el formato de las clases online. Al respecto, Marín Verdugo afirma: “Han resultado bastante mejores de lo que yo me esperaba». Desde su perspectiva, los objetivos se consiguen a pesar de las dificultades que el formato a distancia puede presentar: «Si me hubieran planteado esto antes de la pandemia yo hubiera dicho que por ningún motivo. Para mí las clases tenían que ser presenciales, por la interacción, los testigos o los ejercicios. Pero se puede, y se puede bastante más de lo que se cree».