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sábado, 23 de noviembre de 2024

editorial

Abogados… tan o más despreciables que la mafia

En este extracto del libro «Honrarás a tu padre», de Gay Talese, se entrega un completo perfil del rol de los abogados en el crimen organizado de mediados del siglo 20 en Estados Unidos.

- 11 octubre, 2017

«Todo se había efectuado de manera impecable: los dos matones aparecieron en Park Avenue exactamente cuando Bonanno padre se bajaba de un taxi, y además Maloney se bajó primero y salió corriendo para refugiarse de la lluvia, de modo que sólo después vio lo que estaba sucediendo. Maloney podía haber hecho parte del complot, pensó Bonanno. Maloney o alguno de los abogados de su firma que conocían los planes de Joseph Bonanno.

Al igual que su padre, Bill Bonanno sospechaba de casi todos los abogados. Los abogados eran sirvientes de los tribunales, parte del sistema, lo que significaba que nunca se podía confiar totalmente en ellos, o de lo contrario eran partidarios de la Mafia, hombres a los que les gustaba vivir en la periferia del mundo de los gánsteres y que sentían una indudable fascinación por los ocasionales atisbos que lograban entrever dentro de esa sociedad secreta.

A veces, incluso se involucraban en intrigas de la Mafia y aconsejaban a un don o al otro, cambiando de bando según cambiaba la suerte; era una especie de juego de azar con ellos. E independientemente de la facción que ganara o perdiera, los abogados sobrevivían.

Vivían para acompañar a sus clientes a presentarse ante los tribunales y después hacían declaraciones ante la prensa; eran una camarilla privilegiada, que recibía mucha publicidad y altos salarios, hombres turbios a menudo, a los que sin embargo casi nunca atrapaban, eran los intocables.

Bonanno recordaba haber oído hacía muchos años cómo se quejaban entre ellos algunos jefes de la Mafia por las tarifas exorbitantes que les cobraron ciertos abogados después de que la policía allanara la reunión en Apalachin.

Unos cuantos afirmaban haber pagado cerca de cincuenta mil dólares cada uno por su defensa y, como gran parte de esa suma se pagaba en efectivo, tal como solicitaban los abogados, los mafiosos apenas sí podían adivinar cuánto de ese dinero entraba sin pagar impuestos.

Aunque Bonanno no conocía a Maloney ni a sus socios personal ni profesionalmente, de todas maneras sospechaba lo peor hasta que se demostrara lo contrario; después de todo, se trataba de abogados, gente que vivía de las desgracias de los demás».

 
* Extracto del libro de Gay Talese «Honrarás a tu padre» (Honor Thy Father), publicado por primera vez en 1971. Edición de 2012, Alfaguara, Pág. 39.

 
Sofía Martin Leyton
Directora
Idealex.press
@Idealex_press

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