Abogados integrantes, los ministros de Corte en Chile

He hecho esta pregunta a tantos entrevistados, que he perdido la cuenta: ¿se justifica la existencia de abogados integrantes en los tribunales superiores chilenos?

Para los lectores de otras latitudes y en pocas palabras, los abogados integrantes no han pasado por un proceso de selección formal, no son jueces de carrera, no han estudiado en la Academia Judicial (creada recién en noviembre de 1994), pero los llaman para formar parte de las Salas que fallan casos en segunda instancia, nulidades de juicios, casaciones y otros, cuando falta alguno de los titulares.

Para todos los efectos prácticos los abogados integrantes cumplen funciones de ministros de corte, como jueces de la República, sin dejar el ejercicio privado. No quedan inhabilitados para litigar en ninguna jurisdicción.

Ser nombrado abogado integrante es motivo de orgullo, sea para alguna de las 17 Cortes de Apelaciones del país o para la Corte Suprema. Se trata de abogados de reconocida trayectoria, que en general tienen un historial como profesores universitarios y que, bienvenido sea, incorporan profesionales cada vez más jóvenes.

Pero pocos entrevistados responden «ya no se justifica» o «puede haber conflictos de interés»; pocos dicen «no estoy de acuerdo; es una institución que debería desaparecer»; pocos dicen «se presta para favores o castigos políticos».

Sí he oído un montón de respuestas del tipo «es una institución que funciona bien; no hay para qué cambiarla», «se trata de abogados del todo confiables», «el ordenamiento jurídico tiene herramientas de inhabilitación y recusación»; «es un tema de presupuesto; requeriría ampliar la planta de ministros»… y así.

Ayer se publicó en El Mercurio Legal el listado de abogados integrantes designados para Cortes de Apelaciones en 2017. El cuestionamiento no es a ellos.

Sofía Martin Leyton
Directora
Idealex
@Idealex_press