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martes, 16 de abril de 2024

mercado legal

5 claves para redactar un curriculum en inglés

Antes de llegar y traducir tu CV en Google, fíjate en estos consejos para que no pases vergüenza con tus futuros jefes. Busca la palabras adecuadas para tu título y especialidad, según el país de habla inglesa al que estés postulando, y no olvides utilizar de manera correcta los términos técnicos.

- 25 enero, 2017

Pierina Cavalli

Cada vez más se requiere que el trabajo de los abogados preste asesorías a clientes internacionales en los distintos ámbitos de la profesión. A medida que Latinoamérica se abre a nuevos negocios internacionales, el inglés se vuelve primordial. Y con ello, la buena redacción del currículum resulta imprescindible.

“No sirve de nada apuntar en nuestra hoja de vida profesional que tenemos un nivel de inglés avanzado, si nos equivocamos en detalles menores dentro de la elaboración del mismo CV”, dice María José Barreda, directora de reclutamiento y desarrollo para Latinoamérica de EF.

Hicimos una lista de los errores más comunes que se cometen al traducir un currículum al inglés. Aquí van:

1. Usar un vocabulario acorde: Para escribir un currículum lo primero que no hay que hacer es subir el documento a Google Translate. “Las traducciones de Google no cuentan con la fluidez necesaria, ni el vocabulario técnico legal para que se pueda leer adecuadamente”, dice Barreda. Un ejemplo concreto es que a la hora de expresar el nivel de inglés no es recomendable calificarlo como “user level”, sino que es mejor emplear expresiones como “good knowledge” o “working knowledge”. Para conocer las palabras y frases usadas, la directora de reclutamiento y desarrollo, recomienda esta página de Harvard Law School, donde además dan variados ejemplos de curriculum.

2. Poner atención a las leyes del país al cual se está postulando. “Hay lugares como Estados Unidos, que por normativas antidiscriminación, poseen reglas claras para hacer un currículum”, dice Barreda. Por ejemplo, parte de esta regla es no escribir la edad, ni la fecha de nacimiento, ni la nacionalidad, ni el estado civil, ni adjuntar fotografía.

3. Título. Saber de dónde es la persona que va a leer el curriculum para “usar la palabra más formal y adecuada al traducir el título”, dice Felipe Lavin, director de Idealis Legal Recruitment. Por ejemplo, en Estados Unidos se usa el “J.D.” o el “lawyer degree” y en Inglaterra quien asesora a la gente es el “solicitor” y en el caso del abogado autorizado a litigar en tribunales se usa “barrister”.

4. Resumirlo todo en una página. Los estadounidenses hacen el curriculum de una página. “A pesar de que un abogado haya hecho muchas cosas, esto no cambia”, cuenta Lavín, y recomienda sacar datos como el RUT, el colegio y poner los datos de contacto fáciles, esto quiere decir que aunque sea un PDF, tenga el número de teléfono y el mail clickeables. “Incluso es una buena opción agregar la URL de LinkedIn”.

5. El orden de los factores. “Si un abogado tiene años de experiencia, lo mejor es que ésta vaya primero y en segundo lugar los antecedentes académicos. Si se trata de un abogado joven, al revés, primero lo académico y luego la experiencia”, aconseja Barreda.

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