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viernes, 29 de marzo de 2024

internacional

Un lenguaje comprensible o lo que los abogados deben evitar al escribir

Entender un documento legal para una persona que no estudió Derecho es un problema. Y esto pasa en todos los idiomas. Por eso, Martin A. Schwartz, abogado estadounidense, pide que éstos sean redactados de una forma entendible para el ciudadano común.

- 1 febrero, 2016

 

Pierina Cavalli

 
Por muchos años ha habido una presión, especialmente de las organizaciones de consumidores, para exigir que los documentos legales estén escritos en un “idioma” entendible. En el fondo, se busca que las personas comunes y corrientes sean capaces de entenderlos.
 
Martin A. Schwartz, socio de la firma Bilzin Sumberg de Miami, explica en un artículo publicado en el sitio especializado Law 360, qué es lo que significa en el caso del inglés “plain english” (inglés puro) para definir el lenguaje en que los documentos legales serían descifrables. “Es difícil ser claro al explicar qué es ‘plain english’, pero se parece a la caracterización de Potter Stewart acerca de la pornografía: ´Lo sé cuando la veo`. Quizás la manera más fácil de caracterizar al ‘plain english’ es su negación: es no la típica escritura legal”, dice.
 
Y a continuación describe algunos de los más comunes legalismos que hacen difícil, si no imposible, para una persona ordinaria deducir el contenido de un documento jurídico.
 
Lenguaje arcaico: “¿Cuándo en un diario se ha visto la palabra ´witnesseth`?”, dice Schwartz refiriéndose a que la versión actualizada de la palabra es “witness” (testigo). “¿Acaso una persona sabe qué significa? ¿Pasa el corrector del computador? Esta palabra se usa regularmente para referirse al título para una introducción preliminar a un acuerdo. Se podrían usar términos como “declaración preliminar”, “introducción” o “lectura”. Pero muchos abogados continúan usando “witnesseth”, un término que viene a nosotros desde el tiempo de Robin Hood, sin ninguna relevancia en un discurso o escritura común.
 
Frase mal construida: La escritura más eficiente consiste en frases cortas, que son más fáciles de digerir y entender. En los documentos legales, sin embargo, en muchos casos tratan de apiñar varias ideas independientes en una sola oración. Para complejizar más la situación, el uso frecuente de frases como “provided, however, that” (provisto, no obstante, aquello).
 
Síndrome del lector estúpido: Acá, dice Schwartz, el autor asume que el lector no tiene la inteligencia suficiente para comprender que al decir “30” días, se refiere a “30” días y no a otra cantidad de días. Por lo tanto, para asistir al lector, cada vez que el autor se refiere a algún número es expresado en palabras y en caracteres arábicos: “en un periodo de diez (10) días”.
 
Repetición: Para el estadounidense, quizás los abogados sufren de un sentimiento de insuficiencia al expresarse ellos mismos; o creen que “si dos palabras son buenas, seis son mucho mejor”. En cualquier caso, los abogados frecuentemente usan múltiples palabras para expresar el mismo concepto, generando fatiga al lector. En vez de decir “esta enmienda corrige los términos del acuerdo”, los abogados optan por “esta enmienda corrige los términos, disposiciones, cláusulas, representaciones, garantías y pactos contenidos en el acuerdo”.
 
No es tan diferente en Chile. En nuestra nación, cuna, país y territorio suele escribirse de manera similar en los contratos, acuerdos y convenios.
 

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